Éxtasis

TIPO PRINCIPAL

El éxtasis es una droga estimulante, también conocida como MDMA, que suele consumirse en forma de cápsulas o comprimidos. Se sintetizó por primera vez en 1912 en Alemania y en un principio se destinó a uso médico. Su uso fue limitado hasta que pasó a formar parte de la cultura rave y de baile en Estados Unidos en la década de 1980. Desde allí, se extendió a finales de la década a las discotecas y raves del Reino Unido y Europa, y su consumo se generalizó a principios de los noventa. El éxtasis se considera una de las primeras drogas de diseño, por su asociación con la juventud, la cultura popular y la música tecno.

Aunque “éxtasis” es el nombre comúnmente utilizado, MDMA es su verdadero nombre químico. A menudo se corta con otras sustancias y productos químicos potencialmente nocivos antes de acabar en la calle. Esta es una de las razones por las que el éxtasis puede ser peligroso, ya que no hay forma de saber qué contiene exactamente una pastilla de éxtasis, o qué cantidad de la pastilla es MDMA. Aunque el éxtasis es ilegal en muchos países, se cree que entre 10 y 25 millones de personas en todo el mundo lo consumieron al menos una vez en 2008.

Entre sus principales efectos se encuentran el aumento de la confianza en uno mismo, el incremento de la energía, la hiperactividad y los sentimientos de compasión hacia uno mismo y hacia los demás. Técnicamente, el éxtasis no crea adicción, ya que los consumidores no sienten una necesidad física imperiosa de consumirlo. Sin embargo, pueden desarrollar tolerancia a sus efectos y necesitarán tomar cada vez más para conseguir el mismo efecto. Por este motivo, se han notificado muchos casos de dependencia del éxtasis, especialmente en personas con predisposición general a la adicción.

El éxtasis conlleva varios efectos secundarios negativos, como depresión, fatiga, insomnio, mareos e incapacidad para concentrarse. Estos aparecen después de que hayan desaparecido los efectos iniciales y pueden durar, o incluso agudizarse, durante varios días después de ingerir la droga. Los consumidores de éxtasis también corren un riesgo importante de sobredosis, especialmente cuando los efectos de una pastilla de éxtasis tardan más de lo esperado en aparecer y llevan a tomar más cantidad de la droga. En el peor de los casos, las sobredosis de éxtasis pueden causar daños cerebrales y la muerte.

OTROS TIPOS

El éxtasis es la forma callejera de la sustancia química pura MDMA, que a menudo se ha empaquetado con sustancias y productos químicos potencialmente nocivos. Incluso se han dado casos en los que pastillas que parecen ser éxtasis no contienen ni rastro de MDMA. Dado que el éxtasis se considera en general una droga de discoteca, recibe una amplia gama de nombres callejeros y de argot, como “E”, “pills”, “X”, “Adam”, “love drug” y “beans”. Algunos de estos términos son específicos de Estados Unidos, mientras que el Reino Unido tiene sus propios nombres callejeros, como “mandy”, “brownies” y “Mitsubishis”.

También se utilizan muchos otros términos para referirse al éxtasis, que varían de un país a otro y de una región a otra, y a veces incluso de un club nocturno a otro.

PRINCIPALES EFECTOS

Los principales efectos del éxtasis son el aumento de la confianza, el estado de alerta, la hiperactividad y la euforia. La droga puede ayudar a reducir la ansiedad y la agresividad, ayuda a identificarse con los demás y a aceptarse a uno mismo. Los consumidores afirman que puede mejorar la percepción de las experiencias inducidas por la droga, como la calidad de la música que se escucha, y multiplica por diez los sentidos. Los efectos del éxtasis tardan aproximadamente media hora en aparecer tras su ingesta y pueden durar entre 3 y 6 horas.

Sin embargo, el éxtasis también se asocia a varios efectos negativos y un mal viaje puede ser una experiencia muy desagradable. Estos efectos pueden incluir incapacidad para concentrarse, pérdida de apetito, apretamiento incontrolable de la mandíbula, sequedad de boca, insomnio y ansiedad. Una vez que los efectos de la droga desaparecen, los consumidores de éxtasis pueden experimentar paranoia, mareos, fatiga, depresión y problemas gastrointestinales durante el llamado “subidón”, efectos que pueden durar varios días después de ingerir la droga.

Normalmente, las actividades realizadas bajo los efectos de la droga pueden alcanzar al consumidor en ese momento: por ejemplo, dolor por apretar demasiado las mandíbulas, dolor en los músculos por bailar demasiado y agotamiento.

Las actividades realizadas bajo los efectos de la droga suelen alcanzar al consumidor en este punto: por ejemplo, dolor por apretar excesivamente las mandíbulas, dolor en los músculos por bailar demasiado y agotamiento.

Uno de los efectos de la MDMA es que impide que el cuerpo produzca orina, lo que puede provocar una sed excesiva. Se sabe de consumidores inexpertos que han muerto tras compensar la ingesta excesiva de líquidos en muy poco tiempo. Los consumidores de éxtasis también corren riesgo de sobredosis, sobre todo por el tiempo que transcurre entre el consumo y la aparición de los efectos.

El éxtasis, sobre todo si se consume con regularidad, también puede provocar trastornos psicológicos y fallos orgánicos, aunque esto a veces puede atribuirse a las sustancias químicas nocivas mezcladas con la MDMA. Las muertes por ingestión de éxtasis, incluso en casos de sobredosis, son relativamente raras.

PAÍSES PRODUCTORES

Aunque la popularidad del éxtasis a finales del siglo XIX procedía en gran medida de Estados Unidos, en la actualidad la droga se fabrica principalmente en Europa, sobre todo en Bélgica y los Países Bajos. Se cree que se fabrica una pequeña cantidad en el Reino Unido y Alemania, así como en otros países europeos como Estonia, Letonia, España, Hungría y Polonia. El éxtasis es relativamente fácil de fabricar en comparación con otras drogas como la heroína y, por tanto, es producido principalmente por redes delictivas sin experiencia, más que por químicos aficionados o profesionales.

Muchas de las personas que “cocinan” el éxtasis han aprendido a hacerlo por su cuenta, lo que ayuda a explicar por qué el éxtasis también suele contener sustancias y productos químicos nocivos utilizados para fabricar las pastillas. Reducir la cantidad de MDMA permite producir éxtasis más barato. Las personas que fabrican la droga rara vez se preocupan por los efectos que puedan tener los ingredientes nocivos.

Grandes cantidades de éxtasis se producen en pequeños laboratorios clandestinos por toda Europa, pero se sabe que hay centros industriales a mayor escala, sobre todo en Bélgica y los Países Bajos, donde se produce más del 90% del éxtasis estadounidense. Se introduce de contrabando en el extranjero en paquetes o a bordo de los propios contrabandistas.

Sin embargo, cada vez se descubren más laboratorios de éxtasis en EE.UU., en los que se introduce MDMA en bruto de contrabando y se procesa en pastillas antes de su venta en la calle.

La fabricación de éxtasis requiere muy poco equipo especializado y las instrucciones sobre cómo hacerlo se encuentran fácilmente en libros y en Internet, por lo que está al alcance de casi cualquiera con intenciones delictivas o de otro tipo. Sin embargo, la producción de éxtasis en Estados Unidos palidece en comparación con la de Europa.

Por lo general, resulta más atractivo económicamente importar la droga a EE.UU. que correr el considerable riesgo de intentar fabricarla, porque aunque el equipo necesario para la producción es relativamente fácil de obtener, los ingredientes no lo son. La represión de las drogas en EE.UU., y del éxtasis en particular, es mucho más enérgica que en los Países Bajos, donde el Gobierno no considera el éxtasis una amenaza en absoluto.

El peligro inherente a cualquier lote de éxtasis fabricado clandestinamente, ya sea en Europa o en Estados Unidos, es la falta de un proceso científico. Se han encontrado laboratorios de éxtasis en sótanos, áticos, casas móviles y almacenes, así como en muchos otros lugares, por lo que, aunque no se añadan maliciosamente ingredientes o sustancias nocivas a la droga, pueden acabar en ella por accidente debido a las condiciones en las que se fabrican los productos de mala calidad.

El safrol, un ingrediente importante de la MDMA, es una sustancia que se encuentra de forma natural en ciertos árboles del sudeste asiático. Aunque se utiliza para otros fines, su recolección ilegal podría crear un problema futuro para el suministro de éxtasis, ya que cada vez es más difícil de obtener. En el Reino Unido, según los informes, el consumo de éxtasis está disminuyendo, en parte debido a la concienciación sanitaria, pero también a la fácil disponibilidad de alternativas legales. Además, como el éxtasis no se considera químicamente adictivo, es posible que se prefieran otras drogas ilícitas, como las anfetaminas, a la MDMA.

Como droga recreativa, utilizada sobre todo en discotecas y entornos sociales, el éxtasis se limita generalmente a los países desarrollados, con un consumo generalizado en Europa y EE.UU.. Sin embargo, también se consume en Australia y Sudáfrica. Se calcula que hay 4,5 millones de consumidores de éxtasis en todo el mundo y, aunque los mercados de oferta y el tráfico se limitan principalmente a Europa occidental, hay indicios de que el consumo de éxtasis está aumentando en otras partes de Asia y África.

 

DATOS Y ESTADÍSTICAS

DATOS

  • Éxtasis es el nombre comercial de la MDMA, un estimulante con una composición química similar a la de la metanfetamina.
  • La MDMA se sintetizó por primera vez en Alemania en 1912, aparentemente para su uso en medicina. Sin embargo, sus aplicaciones se consideraron limitadas y, a pesar de experimentos ocasionales que investigaban sus posibles usos, se ignoró por completo durante varias décadas.
  • A pesar de ello, se siguen investigando sus posibles aplicaciones médicas, concretamente como ayuda terapéutica en psicoterapia. Ayuda a los usuarios a abrirse emocionalmente, lo que podría facilitar el diagnóstico y el tratamiento de trastornos mentales.
  • Se popularizó como droga recreativa a principios de los años 80 en los clubes nocturnos de
  • Dallas (EE.UU.). Su consumo se extendió a Europa durante la década siguiente y se convirtió en parte integrante de la juventud, las discotecas y la cultura rave a finales de los ochenta y principios de los noventa.
  • El éxtasis rara vez es una forma pura de MDMA; la mayoría de las veces se mezcla con otras sustancias. A veces se añaden sustancias y productos químicos nocivos o tóxicos al éxtasis antes de que se transforme en pastillas, normalmente para que los fabricantes puedan mantener reservas de MDMA.
  • Debido a la criminalidad inherente al comercio del éxtasis, los productores suelen elegir al azar los ingredientes que añaden, lo que puede resultar muy peligroso, incluso mortal, para los consumidores.
  • El éxtasis no es técnicamente adictivo, aunque algunos consumidores han desarrollado adicciones a la droga. Se trata más de un hábito que de un ansia fisiológica, en la que los consumidores desean volver a vivir la misma experiencia.
  • Aunque la prensa ha informado de lo contrario, nunca se ha encontrado cocaína o heroína en el éxtasis, aunque a veces se mezcla con otras drogas.

ESTADÍSTICAS

  • En 2001, el éxtasis fue la causa de 5.542 ingresos en urgencias en Estados Unidos. Esta cifra contrasta con las 93064 de la heroína, las 110512 del cannabis y las 193043 de la cocaína.
  • El 16% de los estudiantes de EE.UU. han probado la MDMA.
  • Según las estadísticas de EE.UU. y el Reino Unido, la tasa de mortalidad por éxtasis es de sólo 7 por millón de consumidores, muy inferior a la del alcohol, que tiene una tasa de mortalidad de 625 por millón de consumidores.
  • 48 horas después de la ingestión, sólo queda un 1% de éxtasis en el organismo, pero aún así puede haber efectos secundarios como depresión y fatiga.
  • Según una encuesta de 2009, 2,8 millones de estadounidenses mayores de 12 años habían consumido MDMA el año anterior.
  • Se informó de que 760.000 habían consumido la droga en el mes anterior a la encuesta.
  • Se calcula que alrededor de 1,1 millones de estadounidenses consumieron éxtasis por primera vez en 2009, lo que supone un aumento de aproximadamente el 25% con respecto al año anterior.
  • Desde 1996, se han registrado 200 muertes relacionadas con el éxtasis en el Reino Unido.
  • Los efectos del éxtasis tardan aproximadamente media hora en aparecer y duran entre 3 y 6 horas. Los efectos residuales pueden durar varios días.
  • La pureza de la MDMA australiana varía entre el 1% y el 85%, con una media de alrededor del 34%.

SIGNOS DE DEPENDENCIA

La ectasia no es químicamente adictiva, ya que no se produce ningún deseo físico de consumirla. Sin embargo, su consumo habitual puede ser problemático, tanto en términos de comportamiento como de mayor riesgo de problemas de salud.

Los signos más visibles de que una persona está bajo los efectos del éxtasis incluyen una mayor confianza en sí misma, euforia, pérdida de sensibilidad al dolor, apretamiento permanente de la mandíbula y aumento de la energía, así como fuertes sentimientos de empatía y compasión hacia los demás. Esto va acompañado de una perspectiva más plácida y reflexiva, con menos agresividad y hostilidad y una sensación de autoaceptación y paz interior.

El éxtasis es más común en discotecas y fiestas rave, y a veces puede ser difícil distinguir los síntomas del consumo de éxtasis de los del consumo de alcohol, que también puede producir algunos de estos síntomas. Al igual que el alcohol, el éxtasis puede desinhibir y hacer que una persona hable de cosas de las que de otro modo no sería capaz de hablar y gaste toda su energía bailando o realizando otras actividades.

Los efectos inmediatos del éxtasis desaparecen al cabo de 3-6 horas y, a partir de ese momento, pueden manifestarse algunos de los efectos adversos de la droga, como ansiedad, depresión, incapacidad para concentrarse, mareos, pérdida de apetito y agotamiento, combinados con la incapacidad para conciliar el sueño. Los consumidores también pueden descubrir que las actividades que realizan mientras consumen la droga les superan, causándoles dolor en los músculos y las extremidades, y en la boca debido al excesivo apretamiento de la mandíbula.

La adicción al éxtasis es muy rara. Sin embargo, la asistencia a eventos en los que es probable que se consuma la droga (especialmente por la noche), cuando va acompañada de estos síntomas, puede indicar consumo de éxtasis.

TRATAMIENTOS

El éxtasis no es técnicamente adictivo, aunque su consumo regular puede provocar dependencia. Dado que la dependencia del éxtasis es más un hábito que una reacción a un deseo químico, debe tratarse más como un problema psicológico que fisiológico. Un enfoque de “pavo frío” por sí solo puede ser suficiente para romper con éxito un hábito de éxtasis, aunque lo mejor es buscar el consejo de un médico o profesional de la salud antes de intentar nada.

El tratamiento en un hospital o centro de desintoxicación probablemente será innecesario, salvo en los casos más extremos.

Aunque el tratamiento médico no suele ser necesario en los casos leves, el éxtasis puede causar diversos problemas de salud. Por lo tanto, puede ser útil consultar a un médico para diagnosticar y tratar las posibles consecuencias del consumo de MDMA. Los consumidores crónicos de éxtasis pueden sufrir ansiedad y depresión, y los estudios han demostrado que la droga puede causar daños cerebrales a corto y largo plazo. Un médico podrá ayudar a tratar estos problemas, pero si la persona sigue consumiendo éxtasis, esto no hará más que agravarlos.

Dados los efectos del éxtasis, como el aumento del ritmo cardíaco, la hiperactividad y los problemas gastrointestinales, el consumo continuado de la droga puede haber contribuido a otros problemas médicos que, si no se tratan, podrían tener ramificaciones más graves a largo plazo.

El tratamiento terapéutico también puede ser útil. Muchos consumidores de éxtasis atribuyen su adicción en parte al hecho de que intentan recrear el mismo efecto que experimentaron una vez, lo que les lleva a tomar dosis más altas, con más frecuencia. Por supuesto, esto puede conducir a una sobredosis, especialmente si el consumidor piensa erróneamente que una pastilla de éxtasis no tiene efecto.

Comprender la psicología de este hábito puede ayudar a intentar deshacerse de él. Además, las adicciones comportamentales a veces se deben a una rutina. Si una persona tiene el hábito de participar en actividades en las que es probable que la droga esté presente, puede ser mejor que evite estas actividades si está intentando acabar con la adicción.

Algunos consumidores de éxtasis creen que el consumo de la droga tiene un efecto positivo sobre su personalidad y sus habilidades sociales y pueden necesitarla para afrontar situaciones sociales en las que, de otro modo, podrían sentirse ansiosos. Es importante abordar las causas subyacentes como éstas, ya que un consumidor que cree que sigue necesitando la droga para hacer frente a las situaciones puede recaer fácilmente. El consumo antisocial de drogas, como tomar la droga a solas, puede ser motivo de preocupación, aunque probablemente sea sintomático de otros problemas psicológicos. En estos casos, lo mejor es acudir al médico.

Aunque el éxtasis tiene una semivida relativamente corta y sus efectos desaparecen al cabo de unas horas, los efectos residuales pueden durar varias semanas. Cuando la droga va acompañada de otras afecciones, como la depresión, la abstinencia de la dependencia del éxtasis puede ser más compleja y requerir un enfoque holístico que incluya el tratamiento de los síntomas físicos, los patrones de comportamiento y las causas subyacentes.

 

REFERENCIAS

Wikipedia :en.wikipedia.org/wiki/Ecstasy_(drug)

Talk To Frank :www.talktofrank.com/drug/ecstasy

National Institute on Drug Abuse (NIDA) :www.drugabuse.gov/publications/infofacts/mdma-ecstasywww.drugabuse.gov/drugs-abuse/mdma-ecstasy

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Slate :www.slate.com/articles/news_and_politics/explainer/2004/04/whats_with_all_the_dutch_ecstasy.html

TheDEA.org :thedea.org/statistics.html

In the Know Zone :www.intheknowzone.com/substance-abuse-topics/ecstasy/what-is-ecstasy.html

SA Health Info :www.sahealthinfo.org/admodule/ecstasy.htm