Desoxyn

TIPO PRINCIPAL

Desoxyn es una droga estimulante: aumenta la actividad del sistema nervioso central. Se trata de una marca comercial, que es la principal prescripción legal de la metanfetamina, una droga más conocida en la calle en su forma cristalina llamada “cristal”.

Desoxyn (clorhidrato de metanfetamina) se fabrica legalmente y se utiliza principalmente en medicina para el tratamiento del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). El TDAH es un trastorno del comportamiento que afecta principalmente a los niños y también se conoce como TDA (Trastorno por Déficit de Atención). Las causas exactas del TDAH no se conocen del todo, pero sus principales efectos son la incapacidad para concentrarse, el comportamiento impulsivo, las dificultades para seguir instrucciones o comportarse adecuadamente y el movimiento excesivo. El trastorno plantea problemas para aprender, participar en actividades o socializar y el comportamiento resultante puede percibirse como desobediencia o bullicio.

El TDAH suele descubrirse en la infancia, pero a menudo persiste en cierta medida en la edad adulta.

En general, el trastorno se conoce de alguna forma desde hace cientos de años, pero el término TDAH se acuñó en 1987. Además, el uso de estimulantes para tratarlo se probó mucho antes de que se acuñara la terminología actual. En 1937, un médico estadounidense llamado Charles Bradley realizó una serie de experimentos con niños con problemas de comportamiento similares a lo que hoy llamaríamos TDAH.

Inmediatamente observó mejoras significativas en el trabajo escolar y el comportamiento con el uso de Benzedrina, una anfetamina de la que posteriormente se abusó.

El Desoxyn fue creado en 1942 por farmacólogos estadounidenses y desde entonces se ha utilizado con diversos fines, no sólo como tratamiento para el TDAH, sino también como píldora adelgazante para personas muy obesas y como tratamiento para la narcolepsia (trastorno del sueño) y la depresión refractaria. No está claro por qué Desoxyn funciona para el TDAH, pero tiene que ver con la forma en que altera el equilibrio de los neurotransmisores en el cerebro.

Aunque Desoxyn se compone a grandes rasgos de la misma sustancia química que la metanfetamina cristalina (“cristal”) y su uso ha sido controvertido por este motivo, existen diferencias cruciales.

No obstante, el Desoxyn sigue siendo una droga adictiva, de la que pueden abusar tanto los consumidores que se venden con receta como los consumidores “callejeros” de metanfetamina.

OTROS TIPOS

Desoxyn es el nombre comercial y la forma farmacéutica de la metanfetamina.

Además, la metanfetamina es una droga callejera potente y muy adictiva, conocida comúnmente como “cristal”. También se conoce como “crystal meth”, “crystal meth”, “ice” o “tina”.

Aunque el “cristal” es esencialmente la misma sustancia química que el Desoxyn, existen diferencias importantes.

En primer lugar, el Desoxyn es la forma pura de la metanfetamina, mientras que el “cristal” contiene muchos aditivos y adulterantes nocivos. En segundo lugar, Desoxyn se produce de forma segura, estéril y regulada por una empresa farmacéutica legítima, mientras que el “cristal” se crea en laboratorios caseros clandestinos a través de diversos procesos químicos para llegar al producto final.

Por último, Desoxyn se puede adquirir con receta médica en dosis controladas (comprimidos), mientras que el “cristal” es una sustancia cristalina que se fuma, se inyecta o se ingiere en cantidades mucho mayores.

La metanfetamina farmacéutica se comercializaba anteriormente como pervitin, metedrina, syndrox y anadrex

PRINCIPALES EFECTOS

Desoxyn es un estimulante: aumenta la actividad del cerebro y otras partes del sistema nervioso central.

Cuando se utiliza con fines farmacéuticos y de prescripción legítimos en el tratamiento del TDAH, puede mejorar la concentración y el comportamiento y aumentar la capacidad de atención.

Cuando se utiliza como “píldora dietética”, Desoxyn puede ayudar a los pacientes que tienen dificultades para perder peso de otras formas, reduciendo su apetito y acelerando su metabolismo.

Si se toma con receta médica, suele ser eficaz y carece relativamente de efectos secundarios importantes. Sin embargo, su potencial de abuso es elevado y puede ser muy adictivo si se consume de forma indebida, especialmente en personas con antecedentes de adicción.

Si se abusa de ella, los consumidores pueden tomar dosis superiores a las prescritas o tomarla con más frecuencia para experimentar el “subidón” de la dopamina extra enviada al cerebro. Estas personas desarrollarán rápidamente una tolerancia a la droga y necesitarán tomar cada vez más para obtener los mismos efectos, además de volverse física y psicológicamente dependientes del Desoxyn.

Los consumidores de metanfetamina cristalina también abusan de la droga por su euforia y aumento de la confianza, así como por sus propiedades estimulantes.

El abuso de la metanfetamina altera gravemente el equilibrio de las sustancias químicas del cerebro. Los efectos físicos de dosis elevadas incluyen hiperactividad, pérdida de apetito, frecuencia cardiaca anormalmente alta o irregular, hipertensión arterial e insomnio. El abuso de la metanfetamina también deja secuelas como depresión, irritabilidad, fatiga y ansiedad, que a su vez pueden conducir a un mayor abuso.

También plantea el riesgo de una sobredosis, que puede provocar un infarto mortal. A largo plazo, el consumo de Desoxyn o de otras formas de metanfetamina puede provocar delirios, psicosis, daños en los órganos internos, temblores y otros efectos fisiológicos y psicológicos desagradables.

PAÍSES PRODUCTORES

Desoxyn es fabricado legalmente en Estados Unidos por el grupo farmacéutico internacional Lundbeck (con sede en Dinamarca) tras la adquisición del único fabricante del medicamento, Ovation Pharmaceuticals.

Estados Unidos es también el mayor consumidor de este medicamento de venta con receta. En algunos países, Desoxyn (metanfetamina) no se puede obtener legalmente con receta, mientras que en otros su consumo es técnicamente legal pero el fármaco no está disponible.

En algunos casos, las existencias legítimas de Desoxyn se desvían al mercado negro, sobre todo en EE.UU., por medios ilegales. Son robadas de farmacias y depósitos o vendidas o suministradas ilegalmente por empleados con acceso a ellas. Estas existencias de Desoxyn pueden ser vendidas en la calle por traficantes junto con otras drogas.

Debido a la ambigüedad del diagnóstico de TDAH, algunos adolescentes pueden conseguir recetas de Desoxyn para abusar del fármaco, pero muchos médicos son ahora conscientes de estos riesgos. En otros casos, las personas pueden falsificar recetas o comprar el fármaco a personas con receta.

Sin embargo, como las dosis son relativamente bajas y es difícil fumar, inhalar o tomar Desoxyn para colocarse, la metanfetamina cristalizada (“cristal”) producida ilegalmente es la forma de metanfetamina de la que más se abusa.

A menudo se produce en laboratorios improvisados en propiedades residenciales sintetizando químicamente diversos elementos a partir de productos domésticos fácilmente disponibles. Esta producción es muy peligrosa, ya que no sólo es tóxica, sino también altamente explosiva. Las drogas producidas suelen ser tóxicas y estar llenas de impurezas.

La metanfetamina cristalina también es fabricada por organizaciones delictivas en laboratorios clandestinos mucho más grandes.

DATOS Y ESTADÍSTICAS

HECHOS

  • Desoxyn es un estimulante que pertenece al grupo de las anfetaminas.
  • Es la forma pura y legal de la metanfetamina, más conocida en la calle como “cristal”.
  • Desoxyn tiene varios usos farmacéuticos legítimos y está disponible con receta en Estados
  • Unidos. Entre ellos se incluyen el tratamiento del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e
  • Hiperactividad), la narcolepsia, casos extremos de obesidad y raros casos de depresión clínicamente refractaria.
  • Este fármaco puede ser muy adictivo y su abuso es frecuente. Por ello, suele recetarse como último recurso.
  • Los efectos secundarios más frecuentes son náuseas, pérdida de apetito, diarrea y ansiedad.
  • Desoxyn fue producido por primera vez en 1942 por los laboratorios Abbot. A principios del siglo XXI, los derechos de fabricación fueron adquiridos por Ovation Pharmaceuticals, que fue comprada por Lundbeck en 2009.
  • Si se consume indebidamente, el fármaco puede crear dependencia física y psicológica en el individuo. El usuario experimentará un síndrome de abstinencia físico, con síntomas desagradables, pero se sentirá obligado a tomarla, lo que reforzará la adicción.
  • El abandono del consumo produce una serie de efectos de abstinencia, como cambios de humor, depresión, fatiga, trastornos del sueño, náuseas y otros síntomas fisiológicos desagradables.
  • Algunos de estos efectos pueden durar varios meses.
  • Desoxyn es ilegal en EE.UU. sin receta médica. Es una sustancia controlada de la Lista II.
  • En muchos otros países, la metanfetamina no se vende con receta y es ilegal en todas sus formas.

ESTADÍSTICAS

  • Desoxyn se vende con receta en comprimidos de 5 mg.
  • Se utiliza principalmente en el tratamiento del TDAH en niños mayores de seis años.
  • En 2009, un estudio estadounidense sobre el consumo de drogas en las escuelas reveló que el 1,6% de los alumnos de octavo curso había consumido alguna forma de metanfetamina.
  • De ellos, el 1% la había consumido el año anterior.
  • En el mismo estudio, el 2,8% de los alumnos de décimo curso declararon haber consumido metanfetamina. El 1,6% de ellos la había consumido el año anterior.
  • El 2,4% de los alumnos de último curso había consumido esta droga. El 1,2% de ellos la había consumido en el último año.
  • Se calcula que 1,2 millones de estadounidenses mayores de 12 años consumieron metanfetamina en 2008.
  • Tomada por vía oral, los efectos de Desoxyn pueden sentirse en 10-20 minutos. Si se prepara para fumar o inyectar, los efectos se sienten en cuestión de segundos. Esto se debe a que la droga entra más rápidamente en el torrente sanguíneo por estos métodos. Se supone que Desoxyn debe tomarse por vía oral, con receta médica.
  • En 2010, la Agencia Antidroga estadounidense (DEA) informó de la incautación de 2067 kg de metanfetamina ilegal. En 1986, esta cifra era de solo 235 kg.
  • Según un estudio de KCI, una organización estadounidense que lucha contra la metanfetamina, los consumidores de metanfetamina son principalmente jóvenes. El 24% de los encuestados tenía menos de 18 años, el 35% entre 18 y 23 años y el 19% entre 23 y 30 años.

SIGNOS DE DEPENDENCIA

En general, quienes abusan de Desoxyn pueden dividirse en dos categorías. Por un lado, hay a quienes se les ha recetado el fármaco para el TDAH u otra afección y se han vuelto dependientes de él. Por otro lado, están los que consumen metanfetamina de forma recreativa y la han obtenido ilegalmente. Para estos últimos, Desoxyn puede ser una alternativa al “cristal” producido ilegalmente para la adicción a la metanfetamina.

En el caso de las personas a las que se les ha recetado el fármaco, la adicción se produce cuando deciden aumentar la dosis sin consultar al médico, en respuesta al aumento de la tolerancia. La adicción también puede producirse por un consumo al margen de la prescripción, por ejemplo para estar más alerta en momentos de fatiga o para “colocarse”.

El abuso de Desoxyn con receta puede dar lugar a un agotamiento más rápido del suministro de la droga. El consumidor también puede mostrarse tenso, ansioso, deprimido o agotado cuando no toma la droga y alternar con periodos de intensa energía y euforia tras tomar una dosis elevada. También puede tener problemas para dormir, perder el apetito o mostrar un comportamiento anormal, incluida la agresividad.

En caso de consumo ilegal de Desoxyn, la persona puede estar en posesión de pastilleros obtenidos ilegalmente. También puede estar en posesión de “cristal”, la forma ilegal de la metanfetamina, que es un polvo cristalino de color blanco a marrón o incluso amarillo y naranja. Por último, puede encontrarse entre sus pertenencias material para inyectarse o fumar.

TRATAMIENTOS

Desoxyn es un medicamento de venta con receta que es altamente adictivo. Por eso los médicos suelen ser reacios a recetarlo. La adicción a este fármaco es física, lo que significa que el cuerpo se acostumbra a una determinada cantidad y desencadena síntomas de abstinencia cuando esta cantidad disminuye. Además, el organismo desarrolla rápidamente una tolerancia a la droga, lo que lleva al individuo a tomar cada vez más cantidad para conseguir los mismos efectos.

También genera una dependencia psicológica: los usuarios que abusan de ella sienten un fuerte impulso de consumirla regularmente por sus efectos, aunque sean conscientes de que les hace más mal que bien.

La adicción al Desoxyn puede alterar considerablemente la vida y el bienestar del consumidor. Los efectos a corto plazo son la alternancia de subidones (euforia y aumento de la energía) y bajones (depresión, fatiga excesiva, irritabilidad y hostilidad). A largo plazo, el abuso de la droga provoca una serie de efectos psicológicos y fisiológicos adversos, como psicosis delirante, trastornos cutáneos y malestar general.

Muchos de los efectos adversos del “cristal” se dan en personas que consumen altas dosis de Desoxyn, ya que se trata más o menos de la misma sustancia química. Sin embargo, no todos los efectos del “cristal” están relacionados con la metanfetamina, ya que algunos de ellos se deben a la gran cantidad de impurezas de la droga callejera o a la forma en que se administra (fumada, inhalada o inyectada).

La adicción a la metanfetamina en todas estas formas es muy grave, pero las personas afectadas pueden ser tratadas y curadas. El procedimiento exacto debe decidirlo un profesional experimentado en desintoxicación, en consulta con el individuo, y dependerá en gran medida del nivel y la naturaleza de la adicción.

Como la metanfetamina es muy adictiva, puede ser muy difícil dejarla sin ayuda y apoyo profesionales. En algunos casos, la mejor solución es ingresar en un centro de desintoxicación durante un periodo prolongado y, en otros, basta con un tratamiento ambulatorio.

La primera prioridad será hacer frente a los efectos del síndrome de abstinencia al dejar de consumir. La intensidad de estos efectos dependerá del nivel de adicción y de la dosis tomada habitualmente, pero incluyen fatiga, depresión, insomnio, psicosis, paranoia y una serie de efectos fisiológicos que pueden ser peligrosos sin supervisión. El individuo también puede tener pensamientos suicidas.

Durante esta primera fase de desintoxicación, se puede recetar al paciente medicación para aliviar los efectos de la abstinencia y permitirle gestionarlos mejor. Además, suele ofrecerse una estrecha vigilancia, apoyo y terapia. Un enfoque multidimensional, que aborde cada nivel de adicción, ayuda a prevenir las recaídas y a restablecer el equilibrio mental y físico. Además, suelen recomendarse grupos de apoyo de casos similares.

Por último, si el consumo de drogas ha generado trastornos psiquiátricos y delirios paranoides, puede ser necesario un tratamiento psicológico más especializado.

REFERENCIAS